Bienvenidos al Centro de Investigación Contemplativa.

“Hay pruebas abrumadoras de que el estado mental de una persona afecta a su salud física y a su bienestar general. El budismo presenta un camino hacia la paz interior y el despertar. Aplaudo el estudio de cómo la enseñanza, la meditación y la reflexión del budismo se comparan con el cristianismo, y cómo podemos recurrir a la ciencia y a las metodologías científicas para ayudarnos a comprender más profundamente el poder y el potencial de la mente. En particular, cómo nuestra consciencia afecta a nuestra salud física y al resto de nuestro mundo profundamente conectado”. 

“A lo largo de los últimos siglos, y especialmente en los últimos cien años, la ciencia ha crecido a pasos agigantados en sus poderes de investigación y explicación. Dicho esto, la ciencia está en este momento preparada para una verdadera expansión revolucionaria hacia un nuevo e importante territorio: el país aún no descubierto de la mente y la consciencia. Un componente esencial de esta revolución científica es el desarrollo de un marco riguroso para una ciencia de la experiencia subjetiva, aprovechando la rica historia de las tradiciones contemplativas en la orientación de ese proyecto. Esta es la misión del Centro de Investigación Contemplativa: apoyar la educación, la formación y la investigación para expandir una ciencia de la consciencia. Aunque esto aborda lo que quizás se considera el mayor misterio de la ciencia contemporánea, es mucho más que un simple ejercicio académico. El modo en que vemos quiénes somos y la naturaleza de nuestra relación con lo que llamamos realidad influye en todo lo que pensamos y hacemos. Profundizar en la naturaleza de la mente, y la existencia de un Centro en el que llevar a cabo eficazmente ese proyecto, es importante ahora más que nunca”. 

“Como especialista en ‘microfenomenología’, considero que el CCR ofrece un entorno único para el desarrollo de una nueva disciplina científica que nos permita explorar la microdinámica de la experiencia humana vivida de forma meticulosa y rigurosa y poner de relieve sus estructuras esenciales. La falta de conciencia de estas estructuras ha sido, desde nuestro punto de vista, la raíz de enormes problemas que sufre actualmente nuestra sociedad, sobre todo en los ámbitos ecológico, educativo y médico. Reconocerlas constituiría un paso decisivo para aliviar ese sufrimiento”.

“Una oportunidad para que la ciencia y la contemplación aprendan la una de la otra, en términos de establecer comunidades entre iguales, trabajar con apertura ante nuevas ideas y ante la crítica, y realizar un intercambio global de metodologías”.

“El Centro de Investigación Contemplativa, tal y como ha sido proyectado por Alan Wallace, puede desempeñar un papel decisivo en una revolución de la ciencia de la mente. … La conversión completa de nuestro enfoque del ‘problema duro’ de la consciencia está, por tanto, condicionada a un cambio radical de actitud e incluso quizás de orientación civilizatoria. … Pero un cambio de actitud tan trascendental sólo puede producirse si se cultiva sistemáticamente un método no convencional de indagación de la mente y la conciencia, por conocimiento y no por distanciamiento. … Por eso apoyo plenamente la creación de este centro, y estaré encantado de participar en sus actividades”.

“La ciencia está limitada a la tecnología disponible en un momento histórico determinado. Por otro lado, la capacidad de explorar nuestras experiencias internas está limitada al tiempo que podamos dedicarles, a la guía de maestros experimentados, a las distracciones y a nuestra motivación para conocer la naturaleza de nuestra mente. Y con una mejor comprensión de la naturaleza de nuestra mente y de su funcionamiento, quizás podamos entender a los demás desde una perspectiva global, llevándonos más allá de la tolerancia hacia una convivencia más armoniosa a través de la compasión vivida. Poder utilizar la tecnología disponible, especialmente en Neurociencia y Ciencia de Datos, con la experiencia de meditadores de larga duración es mi motivación para unirme al Consejo Asesor Científico del Centro de Investigación Contemplativa.”

“… el desarrollo técnico del QBismo demuestra que con cada medición cuántica se añade a la realidad algo indeleblemente personal. ¿Pero qué precisamente? Dígannoslo con el mismo rigor técnico que la propia mecánica cuántica. Y, ¿de hecho, aumenta el valor total del universo? ¿Qué significaría eso? Lo que más me atrae del Centro de Investigación Contemplativa es que, a través de sus técnicas propuestas, puede haber un camino para responder a estas preguntas. … Uno de los temas característicos del QBismo es que la teoría cuántica es una herramienta específicamente adaptada a la condición humana -agentes que toman decisiones tratando de hacer lo mejor posible para sobrevivir y prosperar en este mundo asombroso. Pero esto significa que gran parte de la estructura de la teoría cuántica puede surgir de detalles internos como externos. Sólo mirando hacia dentro, con esta problemática como foco de investigación, se puede empezar a entender el significado más profundo de lo que la medición cuántica añade al mundo”.

“La naturaleza de la consciencia humana sigue siendo uno de los misterios principales de la ciencia moderna. Aunque se ha avanzado mucho en la dilucidación de algunos de los aspectos más operativos de la consciencia, seguimos estando lejos de comprender cómo y si el cerebro engendra nuestro sentido del yo. Está claro que debemos mantener la mente abierta y explorar diferentes formas de conocimiento como vías potenciales para ampliar nuestro conocimiento. El Centro de Investigación Contemplativa está anclado en un firme enfoque epistémico, inspirado y guiado por siglos de profunda experiencia meditativa. Estoy seguro de que abrirá nuevas e inesperadas puertas a una nueva comprensión de nuestra verdadera esencia humana”. Fotografía: Eli Burakian

“El Centro de Investigación Contemplativa está claramente posicionado para enriquecer las ciencias clínicas y cognitivas de las tradiciones contemplativas del mundo – tradiciones que enfatizan la atención plena y la compasión como elementos esenciales para la curación y el bienestar genuino. Mi esperanza es que el centro ayude a crear una nueva generación de científicos-practicantes que estudien la mente utilizando no sólo los métodos en tercera persona de la ciencia, sino también los métodos en primera persona de la indagación contemplativa. Resulta especialmente alentador que el modelo de funcionamiento del CCR pueda ampliarse fácilmente para crear una red internacional de centros de este tipo, cada uno de los cuales pueda colaborar con los científicos y las tradiciones contemplativas de su entorno inmediato. Respaldo plenamente el lanzamiento de este centro inicial en Colorado y me alegraré de verlo prosperar”.