UN OBSERVATORIO DE INVESTIGACIÓN CONTEMPLATIVA
Un plan para desarrollar una tecnología contemplativa óptima escrito hace más de 600 años en el Tíbet por Je Tsongkhapa Lobsang Drakpa. Estas páginas describen el momento en el que se alcanza un telescopio útil con la propia mente, un estado de atención perfectamente refinado y equilibrado como “shamata.”
Al igual que los astrónomos necesitan observatorios y los neurocientíficos necesitan laboratorios para llevar a cabo sus investigaciones, los contemplativos necesitan entornos de apoyo, compañeros y mentores para desarrollar de forma óptima la tecnología contemplativa de shamata y la ciencia contemplativa de vipashyana.
— B. Alan Wallace
Epílogo de Fathoming the Mind:
Inquiry and Insight in Düdjom Lingpa’s Vajra Essence
Creamos las instalaciones para el entrenamiento avanzado de la mente
Los atletas estrella, los neurocirujanos y los artistas de talla mundial se entrenan intensamente durante años y, a menudo, décadas para convertirse en los mejores en su campo. El entrenamiento de la mente no es diferente. No sólo se necesita práctica, determinación y una aplicación hábil de métodos refinados; también se necesitan instalaciones dedicadas con entrenadores expertos, un entorno propicio y la oportunidad de dedicarse durante años a ir más allá de lo que pocos creen que es posible. Sabemos que esto es cierto para cualquiera que desee convertirse en un profesional experimentado en su campo.
Nos basamos en antiguas tradiciones
Los atletas olímpicos del entrenamiento de la mente han existido durante milenios en muchas partes del mundo, y han sido particularmente prominentes dentro de las culturas de la India, China, Corea, Japón, el Tíbet y el sudeste asiático. Pero la cultura científica eurocéntrica los ha ignorado en gran medida, quizá porque sus ideas son muy avanzadas. Como dijo Arthur C. Clarke de cualquier tecnología suficientemente avanzada, es (para nosotros) indistinguible de la magia.
¿Qué hace falta para que entendamos una tecnología antigua tan bien desde dentro, que podamos recrearla nosotros mismos, y saber con seguridad que es replicable y científica en su rigor?
Requisitos previos internos y externos
Cada Centro de Investigación Contemplativa está diseñado para proporcionar un entorno óptimo a las personas que se comprometen a someterse a los años de formación necesarios para convertirse en verdaderos profesionales de la ciencia contemplativa. Estos profesionales están dispuestos a hacer lo necesario para convertir sus propias mentes en instrumentos tecnológicos adecuados: pasar de ser observadores de estrellas a astrónomos, con sus propias mentes como telescopios altamente refinados.
Si bien es cierto que se requiere una importante preparación personal y estudio para estar listo para embarcarse en ese camino de riguroso entrenamiento contemplativo, también hay que tener finalmente la oportunidad de practicar en un entorno propicio y de apoyo. Según las descripciones budistas tradicionales, un lugar óptimo para la práctica es aquel en el que:
- Las necesidades básicas, como la comida y la ropa, se obtienen fácilmente, sin tener que viajar fuera del lugar de retiro.
- Uno se siente seguro y protegido de intrusiones o peligros.
- El entorno del retiro es hermoso y bueno para la salud.
- Se comparte la compañía de otros practicantes éticos y afines, centrados esencialmente en los mismos objetivos.
- El entorno es tranquilo y está alejado de los lugares concurridos, de modo que uno no se distrae con los visitantes habituales o el ruido excesivo.
Los requisitos internos más importantes que un contemplativo comprometido debe cultivar para lograr desarrollar un estado mental sublimemente equilibrado son los siguientes:
- Tener pocos deseos de cosas que uno no tiene.
- Estar satisfecho con lo que se tiene.
- Tener pocas preocupaciones y actividades que puedan distraer la atención centrada en la práctica.
- Mantener una disciplina ética pura.
- Prescindir por completo de las cavilaciones relacionadas con el deseo, etc., no sólo durante la meditación formal, sino también entre las sesiones.
Más allá de esto, la práctica de la generosidad, la ética, la paciencia y el entusiasmo son condiciones previas necesarias para lograr una estabilidad meditativa firme, o shamata. Esto, a su vez, se entiende como la preparación final para cultivar una visión profunda de la naturaleza de la realidad a través de la práctica de la investigación disciplinada conocida como vipashyana.
Este proceso de investigación penetrante es la verdadera ciencia contemplativa, ya que puede conducir a descubrimientos sobre la naturaleza de la realidad. Pero sin la herramienta altamente refinada de la atención meditativa inamovible, uno no sería capaz de hacer descubrimientos fiables sobre la naturaleza de la mente y su papel en la Naturaleza, igual que un observador de estrellas hace descubrimientos científicos sobre las estrellas y los planetas sin un telescopio.
En la tradición contemplativa budista se dice que si uno ha cumplido con todos los prerrequisitos externos e internos para alcanzar shamata, éste puede lograrse, de forma irreversible y estable, en un año de práctica a tiempo completo en un entorno adecuado. Pero si no se han cumplido estos requisitos previos, es posible que nunca se consiga realizar shamata, por mucho tiempo o por mucho esfuerzo que se haga. Así que el entorno adecuado es esencial.
Por último, dado que en el transcurso de la práctica intensiva de shamatha van a surgir muchos retos internos y externos, o “agitaciones”, es imprescindible contar con la orientación de profesores expertos que hayan pasado antes por ese entrenamiento intensivo y conozcan el inmenso corpus de instrucciones transmitidas por los contemplativos consumados del pasado.
Así, un Observatorio de Investigación Contemplativa requiere tres componentes esenciales:
- Un entorno tranquilo y bello, alejado de pueblos, ciudades o carreteras principales, con casas individuales de retiro en las que un meditador pueda practicar en soledad durante semanas o meses, retirado voluntariamente al laboratorio aislado de su propia mente y cuerpo, y apoyado por un cuidador sensible
- Una comunidad ética y afectuosa de practicantes que siguen horarios y prácticas similares, con objetivos similares y un sentido de profundo respeto mutuo
- Profesores cualificados, compasivos y experimentados que conocen bien los métodos antiguos y las aplicaciones contemporáneas
Un conjunto de datos para la investigación científica novedosa
Por lo tanto, un significado central de la “investigación contemplativa” en este contexto es la investigación en primera persona que los meditadores hacen ellos mismos sobre sí mismos: primero, durante el desafiante proceso de desarrollo de la tecnología mental adecuada de shamata en sí misma, y luego, utilizando esa tecnología para investigar las naturalezas fenomenológica, esencial y última de la mente.
Al mismo tiempo, los contemplativos profesionales del CCR están abiertos y profundamente interesados en la colaboración con los científicos que deseen desarrollar estudios novedosos que aprovechen la rica reserva de datos creada por una comunidad de practicantes contemplativos tan bien entrenados y comprometidos. Para más detalles sobre el valor científico único de diseñar estudios que trabajen estrechamente con los contemplativos del CCR , véase Realización de investigaciones científicas.
Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. — Arthur C. Clark
Para distinguir definitivamente la tecnología contemplativa avanzada de la “magia” y la “superstición”, miremos de nuevo…
Entonces podremos entender –desde el interior- las tecnologías antiguas para comprender la mente que han sido probadas y reproducidas durante más de 2.500 años.